La Xunta del PSOE y BNG dio las ayudas a Marcial Dorado cuando ya había sido condenado por contrabando

El Gobierno bipartito del PSOE y el BNG abonó más de 130.000 euros en ayudas y subvenciones públicas a Marcial Dorado, y lo hizo después de que éste ya hubiera sido condenado. Se trata de un nombre que se ha convertido en uno de los principales protagonistas de los ataques del PSOE a Alberto Núñez Feijóo en esta campaña del 23J, ya que el líder del PP se fotografió con él en 1995, 14 años antes de que Dorado fuese condenado por narcotráfico. Sin embargo, también fue condenado por contrabando e intento de soborno en 2005, lo que no fue óbice para que los socialistas regasen, dos años después, dos de sus empresas con tres ayudas a cargo del erario público.

Dorado ya era un hombre condenado por sus negocios de contrabando de tabaco (en 2005) cuando la Consejería de Economía e Industria del Ejecutivo gallego, en manos del PSOE de Emilio Pérez Touriño, le otorgó las tres subvenciones de 131.799 euros. Fue en 2007 y 2008. El Gobierno bipartito ganó las elecciones en junio de 2005 y Dorado fue condenado en diciembre de ese mismo año.

Las ayudas del PSOE

Las subvenciones y ayudas de los socialistas a Dorado, tras su condena, se distribuyeron a través de dos de las firmas que éste poseía. Según la documentación a la que ha tenido acceso OKDIARIO, que figura en los archivos de la Xunta, los dos primeros expedientes corresponden a la sociedad Mitulo S.L. Una empresa dedicada a criaderos y viveros de pescados y venta de mariscos, con sede en Villagarcía de Arosa (Pontevendra). 

Según los extractos plasmados en su día por la Xunta en un informe elevado al Parlamento gallego, Mitulo recibió en 2007 una ayuda de 3.955 euros en concepto de una convocatoria de subvenciones para el «fomento de la propiedad industrial» que otorgaba el Consejo de Economía e Industria gallego. En 2008, Dorado recibió esa misma ayuda por un valor de 2.746 euros. 

Pero la mayor ayuda pública recibida por Dorado se la otorgó el gobierno bipartito de Galicia en 2007 a su inmobiliaria Marli S.L., uno de los negocios que se utilizaba de pantalla para sus actividades de narcotráfico: alcanzó los 125.097 euros, en concepto de compensación por unas inundaciones ocurridas en Pontevedra en noviembre de 2007 que afectaron un local de Dorado. También tiene su sede en Villagarcía de Arosa. Dorado solicitó a la Xunta la ayuda y los inspectores, tras analizar su caso, se la concedieron.

En cambio, la relación económica de Dorado con la Xunta en tiempos de Feijóo, que llegó al poder en 2009, se limita a 5.000 euros «por una contraprestación de servicios» relacionada con la adquisición de «efectos navales» para su uso por la administración pública gallega.

Marcial Dorado fue condenado ese mismo año a diez años de cárcel por delitos de narcotráfico. Había intentado introducir en España hasta 8 toneladas de cocaína, según constató el tribunal. Años atrás, coincidiendo justo con la llegada del PSOE al poder en 2005, Dorado había recibido una condena por ese intento de sobornar a dos guardias civiles para introducir tabaco de contrabando. El que fue su principal y discreto negocio ilícito durante los años 90, de cuando data la foto con Feijóo.

El líder popular nunca ha negado aquellos contactos con Dorado, pero sí ha rechazado lo que el PSOE da por hecho: que ambos eran amigos íntimos y que Feijóo conocía los detalles de sus actividades ilícitas. «No sabía nada sobre su pasado ni sobre su actividad, nada, ni a qué se dedicaba, ni en qué podía estar involucrado», indicó Feijóo en una entrevista de 2018.

Campaña

El PSOE de Pedro Sánchez, como viene haciendo la izquierda en la última década, se ha lanzado a hacer sangre contra Feijóo por su foto con Marcial Dorado en un barco. Una fotografía que se tomó hace 28 años y que, en 2013, los socialistas ya intentaron utilizar contra Feijóo en Galicia para evitar que éste revalidase su mayoría absoluta de 2009 en la Xunta. No lo consiguieron, y el hoy candidato del PP a las generales volvió a ganar sobradamente.

Hasta Pedro Sánchez entró en ese juego el pasado mes de marzo, acorralado en el Congreso de los Diputados por el escándalo del Tito Berni, señalando que «nosotros podemos tener algún polizón en el barco, pero en cuanto eso sucede, lo bajamos inmediatamente a tierra». «Y le digo algo más: cuando yo me subo a un barco, lo primero que hago es comprobar quién es el patrón, y creo que ustedes me entienden», señaló Sánchez.